TEATRO DE ROBRES. “Cucaracha”.

Un espectáculo escrito y dirigido por Luis M. Casáus basado en la novela de José Antonio Adell y Celedonio García, “Cucaracha, el bandolero”

“Cucaracha” y dos de sus hombres desembarcan en el Corral de Comedias de Robres para, una vez más, “robar” el corazón de los espectadores. Una historia real vivida y sufrida en los pueblos monegrinos, protagonizada por el más famoso de los bandoleros aragoneses: Mariano Gavín y Suñén, más conocido por “Cucaracha”, natural de la vecina localidad de Alcubierre, cuenta en primera persona la apasionante historia de su vida.

El fenómeno del bandolerismo es universal y viene de tiempos inmemoriales. Las raíces de su origen las encontramos en las sociedades rurales campesinas marcadas por la extrema pobreza con unas diferencias insultantes entre el poderoso y el humilde. Son propicios a la aparición de bandidos en unos u otros lugares del mundo los periodos de penurias como las malas cosechas, las guerras, el hambre… Decía J. Hobsbawm que “el bandolerismo es una forma más bien primitiva de protesta social organizada”, por lo que podemos afirmar que tiene un matiz claramente revolucionario.

El fenómeno en Aragón, y concretamente en la Comarca de los Monegros con “Cucaracha”, no escapa a las líneas generales expuestas. Pero hay algo que, cuando empiezo a bucear en el personaje para llevarlo a escena, me llama sobremanera la atención: el respeto que profesa a las mujeres. En una actividad cargada de violencia llevada a cabo por los bandoleros, Mariano Gavín impone ese principio que sería inquebrantable en su banda. Y es precisamente una mujer, su Jobita, el amor de su vida, la que está a punto de conseguir el “milagro” para que abandone la vida errante, la vida de delincuencia y de exclusión social para compartir por siempre el amor que se profesan. La precipitación de los acontecimientos lo hizo imposible… “Cucaracha” y su banda habían llegado muy lejos tras cinco largos años sembrando la Comarca de los Monegros de sangre, de amor y de muerte.

Luis M. Casáus

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